El “Mandato Judicial” es una figura jurídica mediante la cual una persona (mandante) otorga a otra (mandatario) la facultad de representarla en determinados actos judiciales. Esta delegación de facultades es muy relevante en el contexto legal, ya que permite que el mandatario actúe en nombre del mandante en procedimientos judiciales, asegurando que los intereses del mandante sean adecuadamente defendidos y representados ante los tribunales.
Alcances del Mandato Judicial
El mandato judicial es una herramienta fundamental en el ámbito jurídico, permitiendo que una persona delegue en otra la facultad de representarla en diversos actos procesales. Su correcta aplicación y entendimiento son esenciales para garantizar una adecuada defensa y representación legal.
Es importante destacar que en nuestro ordenamiento jurídico, salvo excepciones muy particulares, sólo es posible ejercer la representación judicial ante Tribunales de justicia a través de abogados habilitados para el ejercicio de la profesión. Sin embargo, esto no obsta a que alguien le pueda otorgar mandato judicial a otra persona que no es abogado. Lo que ocurre en ese caso, es que el mandatario estará obligado a delegar con posterioridad dichas facultades en un abogado habilitado, para efectos de que éste a su vez materialice la representación del mandante ante Tribunales.
Un ejemplo típico, es cuando alguien se va de viaje a otro país por un largo tiempo y deja a un mandatario de confianza, que puede o no ser abogado, a cargo de la administración de sus bienes. Esto suele hacerse a través de un mandato general de administración que incluye otros asuntos, en el cual va incluido entre ellos un mandato judicial, que posteriormente deberá ser delegado si es que el mandatario no es un abogado. Dicho de otra forma, se genera una cadena de poderes.
Variedad de Actos Procesales
El mandato judicial cubre una amplia gama de actos procesales, desde la presentación de demandas, la contestación de las mismas, la realización de trámites intermedios hasta la ejecución de sentencias e incluso arribar a acuerdos y poner término a un eventual juicio. Esta variedad hace que el mandato sea una pieza clave en la gestión de procesos judiciales, ya que permite al mandante delegar responsabilidades a un profesional capacitado para manejar las complejidades del entramado judicial.
Importancia de la Claridad y Especificidad
Para que el mandato judicial sea efectivo, es crucial que se otorgue de manera clara y específica. La claridad en la redacción del mandato asegura que no haya ambigüedades sobre las facultades otorgadas al mandatario. La especificidad, por su parte, permite delimitar con precisión el alcance de estas facultades, evitando posibles abusos o malentendidos que puedan perjudicar los intereses del mandante. Ejemplos de lo anterior, es limitar los mandatos para juicios específicos o bien limitar ciertas facultades como lo son llegar a acuerdos o renunciar a recursos legales, entre otros.
Tipos de Mandato Judicial
De acuerdo con el Código de Procedimiento Civil de Chile, el mandato judicial puede clasificarse en dos tipos principales: general y especial.
Mandato General
El mandato general otorga al mandatario la capacidad de realizar múltiples actos procesales en nombre del mandante sin la necesidad de especificar cada uno de ellos. Este tipo de mandato es útil cuando se requiere una representación continua y amplia, permitiendo al mandatario actuar con mayor flexibilidad y autonomía en defensa de los intereses del mandante. Por ejemplo, un mandato general podría permitir al mandatario percibir dineros, absolver posiciones o llegar a acuerdos, todo ello sin necesidad de obtener autorizaciones adicionales para cada acto en particular. Es importante destacar que conforme al inciso segundo del artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, estas y otras facultades deben constar expresamente en el mandato.
Mandato Especial
En contraste, el mandato especial limita la actuación del mandatario a ciertos actos específicos.. Este tipo de mandato es más restrictivo y está diseñado para situaciones donde el mandante desea mantener un control más directo sobre ciertos aspectos de su representación legal. Por ejemplo, un mandato especial puede otorgar facultades únicamente para presentar una demanda específica o bien a través de no manifestar expresamente todas las facultades que implica un mandato judicial, pues según fue mencionado, hay algunas que deben constar de forma expresa. Este tipo de mandato es ideal cuando el mandante prefiere limitar la actuación del mandatario a situaciones particulares.
Requisitos y Formalidades
El mandato judicial en Chile está regulado principalmente por el Código de Procedimiento Civil, que establece las normas y procedimientos que deben seguirse para la correcta delegación y actuación en representación de otra persona en asuntos judiciales. A continuación, se detallan algunos artículos relevantes:
Artículo 6° del Código de Procedimiento Civil establece que quien comparezca en juicio en nombre de otro, en desempeño de un mandato, debe exhibir el título que acredite su representación. Este título puede constituirse por escritura pública, acta extendida ante un juez de letras o juez árbitro, o una declaración escrita del mandante autorizada por el secretario del tribunal.
Artículo 7° aclara que el poder para litigar se entenderá conferido para todo el juicio en que se presente, autorizando al procurador para tomar parte en todos los trámites e incidentes del juicio, salvo que se requiera la intervención personal del mandante o no se hayan especificado expresamente ciertas facultades.
Artículo 8° indica que el gerente o administrador de sociedades civiles o comerciales, o el presidente de las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, se entenderán autorizados para litigar a nombre de ellas con las facultades expresadas en el artículo anterior.
Cómo Actuar con un Mandato Judicial
El mandato judicial es una herramienta poderosa que permite a una persona delegar sus responsabilidades legales a un representante. Para asegurar una representación efectiva, es muy importante seguir una serie de pasos cuidadosamente estructurados.
1. Redacción Clara y Precisa
La claridad y precisión en la redacción del mandato judicial son fundamentales. El documento debe especificar detalladamente las facultades conferidas al mandatario. Esto incluye:
• Descripción Específica de las Facultades: Detallar de manera explícita qué acciones y decisiones el mandatario está autorizado a tomar en nombre del mandante. Esto evita malentendidos y asegura que el mandatario opere dentro de los límites establecidos.
• Condiciones y Limitaciones: Incluir cualquier condición o limitación relevante que el mandante desee imponer sobre el uso del mandato. Esto podría incluir restricciones sobre ciertas actuaciones legales o la necesidad de contar con aprobación previa del mandante para ciertas decisiones.
2. Elección del Mandatario
Seleccionar al mandatario adecuado es un paso crítico para garantizar una representación efectiva. Consideraciones clave incluyen:
• Experiencia y Conocimiento: Es esencial elegir un abogado con experiencia y conocimiento en el área jurídica pertinente al caso. Un abogado especializado puede proporcionar una defensa más sólida y entender mejor las complejidades del caso.
• Reputación y Confianza: Investigar la reputación del abogado y asegurar que haya un nivel de confianza adecuado. La confianza mutua es vital para una colaboración efectiva y para que el mandante se sienta seguro de que sus intereses están bien representados.
• Capacidad de Comunicación: El abogado debe ser accesible y estar dispuesto a mantener una comunicación abierta y constante con el mandante. Esto facilita la toma de decisiones informadas y oportunas.
3. Supervisión y Comunicación
La supervisión continua y la comunicación efectiva entre el mandante y el mandatario son esenciales para el éxito del mandato judicial. Esto implica:
• Reuniones Regulares: Programar reuniones periódicas para revisar el progreso del caso y discutir cualquier cuestión o decisión importante que surja.
• Informes Detallados: Solicitar informes detallados sobre el avance del caso y cualquier acción tomada por el mandatario. Estos informes deben ser claros y comprensibles para el mandante.
• Retroalimentación y Ajustes: Proporcionar retroalimentación continua al mandatario y realizar ajustes necesarios en la estrategia legal según sea necesario. Esto asegura que el enfoque adoptado sigue alineado con los objetivos e intereses del mandante.
Apoyo de un Estudio de Abogados
Contar con el apoyo de un estudio de abogados como Legal Prisma puede marcar una diferencia significativa en la gestión de un mandato judicial, sea para entregárselo a un abogado o a un tercero que estará encargado en la gestión de los intereses del mandante.
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